Mucho cuidado hay que tener con aquellos clientes que no estiman recibir un buen servicio postventa, mucho cuidado con ellos. Cuando la persona que ha depositado su confianza en un auto, se ve engañado o estafado, un tsunami de problemas estará por llegar.
Ya se citó anteriormente, que un buen servicio postventa está a la altura en necesidad de tiempo y recursos de la empresa matriz, como el destinado a la preventa – marketing, publicidad,…- y venta, y más si estamos hablando de un mercado como el del automóvil, el cual exige una fuerte inversión – probablemente la más importante tras la compra de la vivienda – esperando que lo recibido cumple nuestras expectativas.
A pesar de que la ley – Española – ofrece dos años de garantía y una sustitución completa del auto en caso de una falla importante, en caso de no arreglarse de manera satisfactoria el problema o no sentirse satisfechos con las soluciones disponibles, el propietario del coche, puede llegar a convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para la marca, concesión o taller.
Los clientes que se sienten traicionados pueden dedicar la casi totalidad de sus esfuerzos a dar a conocer el pésimo servicio del negocio o la mala calidad – real o no – del auto y no sólo a través de las redes sociales, también de manera in situ o hasta creando web centrada en el problema.
Un ejemplo de casos ocurridos en la realidad, hace ver que una persona que se siente engañada, destina tiempo y recursos en hacerse oír, lográndolo en la mayoría de los casos por el ansia de la TV de poner en pantalla casos cuan al menos curiosos en que la temática “David contra Goliat” es el centro de la disputa.
El caso del Mini Mierda atrajo la mirada de muchos curiosos que veían como por las calles circulaba un divertido Mini en el que transportaba unos carteles. Pudiendo ser una de las curiosas campañas que realiza esta marca, lo que en realidad lo que sucedía era como el propietario del coche, cansado ya de averías, fallos y soluciones ineficaces, se vengaba de aquellos que le habían (supuestamente) engañado, incluso llegó a crear una web que llamada MiniMierda, le dio salida a su enfado.
No es solitario el caso del Mini, muchos más compradores se han sentido estafados y su mejor arma ha sido hacerse ver y oír con sus vehículos aparcados en los concesionarios donde los adquirieron, con grandes carteles tan explícitos como el de “Este coche es una ruina” en un Kia de un comprador de A Coruña, “30 meses de avería ¡¡vaya mierda de vehículo!!” de un BMW de la ciudad de Madrid, “Este coche es una mierda. Solo da problemas” de un Mazda 3 o “Este coche es una mierda” que pudo verse en un Peugeot 407. Más grave es cuando los problemas del auto, provocan no sólo facturas innecesarias, sino cuando se pierden vidas como anuncian los creadores de la web Mi Toyota se Agarrota desde su web.
Si el coche es de una gama alta, en la que buen servicio y lujo van de la mano, el problema puede ser peor, ya que la imagen de marca es una parte casi más valiosa que los mismos autos que venden, por lo que hechos como los ocurridos en China en que los propietarios de un Lamborghini Gallardo y un Maserati, destrozaron su coches para quejarse de los constantes problemas que estaban teniendo.
Tengan o no razón, un cliente es un cliente y un buen servicio postventa debe tener la obligación de lograr que un cliente despechado, se convierta si no en un cliente feliz, si en uno que no cause graves daños a la imagen.
Fuente: Coches & Marketing, Diario Motor.com, ForoCoches.com, MiToyotaSeAgarrota.Com, Motor a Fondo.com
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